Ambiente Sostenibilidad VE: Expedición #EverestCampBase, Gorakshep - Canpamento Base del Everest

Día 13: Gorakshep - Canpamento Base del Everest - Longboche

Parte 1

No les he hablado mucho de Tony y Surech porque han estado haciendo una variante de la ruta original. Tony vino el año pasado y quería conocer cosas nuevas.

Tony tiene 28 años y es amigo de @Isa y Nacho. Estudió ingeniería en Boston. Mide como 2 metros. Es panisima. Y el año pasado que vino con Alfre a Nepal se quedó y comenzó una exploración espiritual bien interesante. Pemba le coordinó para que se quedara en un par de monasterios budistas gratis y en uno de ellos dio clases de inglés voluntario a los monjes. Volvió a Caracas un ratico y desde julio está otra vez en Nepal aprendiendo el idioma y profundizando en conocer cada vez más sobre el budismo y la práctica de la meditación. La verdad es que solo hablar con el transmite mucha paz.

Surech es Sherpa y tiene 17 años. No tengo muchos detalles sobre su historia personal (todavía), pero lo que sí sé es que es uno de los chamos que vive en el orfanato que administra Pemba. Es callado y reservado, muy simpático y servicial y súper fuerte. El ha sido uno de nuestros porteadores y lleva un bolso de 30 kilos en el lomo como si nada. Actualmente está estudiando computación y Alfre lo está convenciendo para que haga la certificación como guía de montaña porque le gusta y tiene madera la esa fogata.

En fin… les cuento esto, primero para que tengan contexto y segundo para poner en valor una frase que le he escuchado a mi abuelo “juventud divino tesoro”.

Este dúo dinámico lleva 4 noches de aventuras. Levantándose a las 4:00 de la mañana y haciendo rutas de 11 horas a paso de vendedores. Les tocaron rutas nevadas, pasos cerrados, trayectos poco concurridos y paisajes de locos. Las fotos que tomó Tony son alucinantes.

El quinto día, se encontraron con nosotros en Longboche a las 7:00 de la mañana. No tenían cara de cansados ni siquiera. Estaban frescos como unas lechugas. Desayunamos juntos y subimos a pasito Tun Tun hasta Gorakshep. El pobre Surech estaba aburrido “Esto esa solo caminar, aquí no hay peligro”… pobre!!! ¡Claro! Con dos lesionados estomacales íbamos a un paso contemplativo.

La cosa es que además como ya están más que aclimatados hoy a las 3:00 de la mañana decidieron subir al Kala Patar, una montañita al lado de la posada que tiene unas vistas de todos los picos de la zona. El plan original era hacerlo ayer a las 16:00 de la tarde pero entre que estaba nublado, ellos estaban parcialmente cansados, Alfre y a Peggy con su tema estomacal, Pemba con un leve dolor de cabeza y yo con el cerebro que me latía, la decisión fue no hacerlo.

1 hora 40 minutos de subida, 10 minutos de modelaje ártico y 45 minutos de bajada. Y a las 7:00 de la mañana ya estaban de regreso para el desayuno. Mis respetos!!! Y como diría mi abuelo: “juventud divino tesoro”.

Ya comimos y Peggy sigue sin mejorar, se ve bien, pero expresa que va acumulando síntomas nuevos. Dolor de barriga, dolor de cabeza, malestar general. Dice que se siente descompensada y le pide a Alfre que la bajen en helicóptero.

Alfre y Pemba evalúan la situación y tienen que activar el respectivo protocolo con el seguro. Ayer en la noche fueron al médico que le recetaron unas cuantas medicinas. Y hoy tendrán que volver para que le hagan otra evaluación y que el seguro apruebe…. Este drama está pasando en vivo.

Mientras tanto Tony y Surech hacen una siesta. Los helicópteros van y vienen. No se lo creerían pero hay una cola como si la vaina fuera un por puesto. Cada 2 minutos viene uno diferente y se van llevando a los pasajero de 4 en 4. Este al parecer es un punto estratégico. Los locales siguen con sus rutinas, la gente de la posada limpia. Los que alquilan caballos los ponen al punto. Los porteadores ya marcharon con la cantidad de turistas de todo el mundo. Hay mucho chino, alemanes, japoneses, indios, gringos y nosotros somos los únicos venezolanos.

La posada que hace unos minutos parecía un enjambre de abejas en plena actividad. Poco a poco se ha ido silenciando y ahora es un espacio tranquilo donde solo se escucha el vaivén de los helicópteros.

Parte 2:

Las condiciones son cada vez más extremas….

A las 10:00 de la mañana finalmente salimos a caminar. Nadie se fue en Helicóptero. Al parecer el médico evaluó a Peggy y todo estaba bien, a parte del malestar de panza no había nada grave que atender.

La caminata al campamento base es espectacular. Caminamos por la morrena nevada y todo está blanco bellísimo. Hay poca gente subiendo y otros menos bajando. El día está espectacular, sol radiante, cielo azul y hermoso. Subidas, bajadas, mucha nieve y llegamos al punto donde cruzamos de la morrena el centro del glacial. Wao Wao Wao!!! Es arrechísimo!!!

Y en el medio del glacial una roca gigante que dice campamento base. Y detrás de ella un cartel caído con la foto de Hillary y Tensung Sherpa y la altitud de ese punto. 5,364. OH MAR GOT!!! Es bellísimo. Estamos en el medio del glacial, nos tomamos fotos desde todos los ángulos y desde hace rato, pero ahí particularmente te sientes tan pequeño.

Campamento Base

Debajo del glacial aunque es sólido hay puntos donde puedes escuchar el agua fluir. Hay ríos subterráneos de agua grisácea, rica en minerales que baja impulsada por la pendiente por todo el valle. Es impresionante que el color del hielo es gris, por la cantidad de minerales que tiene.

Subimos a la morrena y seguimos con el foteo. A esa hora solo estamos un inglés guapísimo y su guía Sherpa y nosotros. Y este señor guapísimo le toma fotos a un pulpo de peluche. Cuando le pregunto por qué (en plan chanceó) y que para romper el hielo me dice que es porque su prometida no pudo venir al viaje y él le va enviando fotos del pulpo de todos los lugares que va conociendo. Súper romántico y al mismo tiempo mata pasión.

Después de un rato salimos del glacial y nos sentamos a hacer un picnic con bufito, snickers, frutos secos y Coca Cola. Y ahí en medio de la nada un señor reconoció a Alfredo. ¿Que probabilidades había? Un amigo de su hija Ana, lo reconoció y se quedaron hablando un rato.

Al final Alfre nos explicó lo que estábamos viendo. La montaña del lado izquierdo era la arista sur-este del Everest y la montaña de la derecha era el Nutse. Entre ellas se aprecia la cascada de hielo, que es primer reto que enfrentan los escaladores que buscan coronar el Everest. Es literalmente una cascada congelada, con formas irregulares y con una pendiente bastante vertical. Usualmente la pasan con escaleras de aluminio y anclajes de cuerdas fijas. Luego de este largo paso viene el valle del silencio y a partir de ahí están los 4 campamentos antes de encarar la pared del Everest. Pero no vemos nada de eso desde donde estamos.

Entre estas dos montañitas, que realmente son montañotas, desde donde estamos se ve asomándose tímidamente el Everest. Tan solo se le ve la puntica, como si se estuviera escondiendo de toda la gente que viene a visitarlo.

Desde donde estamos tan solo hay 3,5 k hasta la cumbre. Los más duros hacen ese trayecto en 7 horas, los menos duros lo hacen en una semana. Hoy en día el paso al Everest está súper comercializado y puedes llegar arriba como turista por el módico precio de entre 70 - 100 mil dólares toda la excursión (tarifas actualizadas al año pasado)

Parte 3

El día está hermoso, el cielo azul, el sol radiante, los pajaritos cantando y los caballitos muy estratégicamente estacionados en el paso hacia el glacial. Los alquilan a $150 hasta el pueblo de Gorashep, 3km que a pie se hace en 2 horas.

Recogemos nuestros cacachás para comenzar la caminata de regreso y de repente lo que hasta hacía unos pocos minutos era solo nuestro, comenzó a llenarse de gente. Un grupo de irlandeses gigante con sus cervezas y una bandera de palestina. Un grupo grande de gringos todos vestidos con el mismo uniforme súper cool. Un grupo inmenso de indios que iban cada quien a su ritmo y así… poco a poco fueron llegando cada vez más.

Al salir del glacial nos tocó hacer cola. Y ahora el sendero de nieve que ya era estrecho teníamos que compartirlo con caballos que subían y bajaban y el gentío que subía y bajaba. Parecían las colas de las atracciones de Disney solo que con full nieve y en el medio de la montaña.

Bajando del Campamento Base

Como a media hora del campamento base nos encontramos a Vinot Rawat, el señor sin pierna que conocimos en Ramecha. Ese señor sí que le estaba echando bola. Cuando nos cruzamos se estaba acomodando la pierna, supongo que le estaba molestando. Y delante de él iba la mujer cieguita con su guía. Un grupo admirable y persistente.

Seguimos bajando y lo que de subida se hizo súper rápido de bajada se me hizo infinito. El paisaje seguía siendo espectacular con los picos nevados. El suelo nevado, el camino nevado. Todo nevado.

¡Ojo! La nieve no es tan chévere si parece:

- Frosty de chocolate de Wendy.

- ⁠Toddy en cualquiera de sus presentaciones

- ⁠Nestea en cualquiera de sus presentaciones

- ⁠O si tiene consistencia de charcolandia.

Nop, no es chévere ni nada agradable cuando entra dentro de tu zapato. Mosca con este dato.

En fin… después de un poco más de 2 horas llegamos a la posada en Gorashep a comer. El plan era almorzar y luego caminar hasta Lobuche para dormir ahí. Pero mientras comíamos se desarrollaba otra vez el capítulo de drama.

Peggy no se sentía bien, lo que describía era una mezcla de dolor de barriga, dolor de cabeza y dolor de rodillas. Lo que contaba sonaba como una descompensación persistente, que mientras más arriba más se intensificaba. Desde fuera se veía bien, de echo el médico que la evaluó le dijo que no tenía nada grave. Pero lo que describía era un malestar seguramente causado por el mal de altura.

En este punto Peggy volvió a insistir, de forma muy firme, en que quería bajar en helicóptero y así se coordinó. Después de un par de horas, varias llamadas al seguro, otra consulta con el médico y la respectiva negociación con la señora de la posada que cuadraba la logística de los helicópteros (dato por confirmar). Todo se coordinó para que volara al día siguiente en la mañana.

Alfre se quedó con ella en la posada para asegurarse que toda la logística con el helicóptero fluyera bien. Al final volaría desde Gorashep hasta Katmandú y nos esperaría 5 días en el hotel hasta nuestro retorno.

Miéntras tanto en otra galaxia paralela… estábamos el resto del grupo listos para seguir la caminata hasta Lobuche. Con todo el tema del helicóptero habíamos invertido 2 horas y ahora nos tocaría salir a las 17:00 de la tarde para iniciar el treck de 3 km que estaba previsto que nos llevaría 3 horas. Nos pusimos los bolsos, dejamos las linternas a la mano y comenzamos bajar.

Ya casi era de noche y el paisaje comenzó a cambiar. Ya no había sol y una neblina ligera cubrió todo el ambiente. Surech iba de primero y su ritmo era completamente diferente al de los últimos 5 días. Este era un ritmo vigoroso, potente, energético. No más dar 5 pasos a ese ritmo y yo ya estaba montada en 180 ppm. Así que seguí el consejo de Tony que decia “Yo encuentro mi paso, uno en el que no me canso y lo mantengo”. Eso hice en la subida y poco a poco a medida que se iban calentando nuestros cuerpos todos íbamos subiendo el ritmo. Hasta que llegó un punto que los 4 íbamos sincronizados. Pemba cerraba la caravana e iba dando indicaciones a Surech de vez en cuando.

Nos cayó la noche, con neblina, bajo un pelo más la temperatura, así que prendimos las linternas. Parecíamos un trensito nocturno en el medio de la nada.

He hecho pocas excursiones de noche. Y esta fue la primera de noche y con nieve. Y debo reconocer que son súper emocionantes. Tus sentidos están como más alertas. Como ves menos tienes que ajustarte a la nueva realidad. Subidas, bajadas, ríos, piedras, jinetes nocturnos, solo trekers.

El recorrido estimado en 3 horas lo terminamos en 2. Wao, Wao, Wao! Otro reto más superado. Al bajar el ritmo para entrar al pueblo pudimos apreciar el cielo estrellado. Un fondo negro lleno de puntitos brillantes. Esta semana nos ha tocado luna nueva y el cielo se ve espectacular.

Entramos en la posada a las 19:00 y estaba full. Todas las mesas llenas, todos los comensales comiendo. Pemba pidió para Tony y para mí y nos sentamos un rato de frente al calefactor del medio de la sala. Yo pedí un Dhaal Bat y Tony una sopa de noodles. Pemba y Surech se esperan a que todos los comensales terminen y luego en una mesa grande se sientan todos los guías y el staff a comer juntos.

Nos dieron las llaves de las habitaciones y por primera vez en 12 días duermo sola. Es rara esa sensación, te extraño Peggy.

El cuarto es frío, muy frío y me pido una bolsa de agua caliente (uno de los lujos a estas alturas) para empiernarme dentro del sleeping. Con todas las capas de ropa que tengo.

Lo más dramático para mí del frío son 3 cosas:

1. Que te den ganas de hacer pipí en la noche, que obviamente te dan como mínimo 2.

2. Sentarte en la poceta helada porque a esa hora si no te sientas el desastre puede ser mayor.

3. Volver a tu cama y que esté fría… drama

Creo que esto es lo que más he sufrido, me dan hasta ganas de llorar cuando me tengo que enfrentar a esas situaciones. Pero ya no lucho, es lo que es y se asume. Mientras más rápido lo asumes más rápido pasa y luego puedes volver a la deliciosa cama y a dormir

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