viernes, 27 de septiembre de 2024

Expedición #EverestCampBase, Seguimos en Ramechhap. 24 horas de lluvia

Por Andrea Medina y Alfredo Autiero
27/09/2024

5:15 de la mañana. Suena mi despertador y segundos después el de Peggy. Lo primero que noto al despertar es el sonido de lluvia y los ladridos del perro que nos ha regalado una serenata intermitente toda la noche.

Peggy prende la luz y comenzamos a vestirnos y recoger las maletas a la espera de instrucciones. Alfredo y Pemba, nuestros guías irían al aeropuerto muy temprano para comprar los pasajes y nos llamaría cuando estuviera todo listo.

6:00 de la mañana, comienza a cantar el gallo y ya se escuchan carros pasando por la carretera. Poco a poco se va haciendo de día y la lluvia permanece constante. En mi cabeza se instala la canción de Eddie Santiago “Lluvia”.

¡Lluvia! Tus besos fríos como la lluvia. Qué hora a gota fueron enfriando. Mi alma, mi cuerpo y mi ser…

No recuerdo bien la letra, pero el coro se repite en loop en mi mente mientras escucho caer el chorro de agua en la ventana.

Apagamos el ventilador “turbo” de techo y se intensificaron los sonidos de afuera y el calor. Poco a poco escuchamos voces. Las maletas ya están listas. Peggy bañada, Tony listo, yo vestida y acostada a la espera de instrucciones.

Vista desde la terraza del Lodge

7:00 de la mañana, aparece Alfredo para anunciar el desayuno. Pan tostado, huevo, mermelada y masala chai (mi nuevo té favorito). Sigue lloviendo, por los momentos no habrá vuelo pero si desayuno.

La primera actividad especial del día será cambiarnos de Hotel. Al parecer no había cupo esa noche para nosotros. Un indicativo de que quizás por la lluvia dormiríamos una noche más en este hermoso pueblo.

Terminamos de comer y ahí comenzó la espera…

11:00 de la mañana, sigue lloviendo y al parecer a alguien se le olvidó apagar al gallo que sigue cantando cada 15 minutos. Alfredo nos propone salir a conocer el pueblo y solo yo me animo.

Andrea Mediva y Alfredo Autiero
Andrea Medina y Alfredo Autiero

Me pongo mi chaqueta impermeable nueva, lista para probarla con mi primera caminata bajo la llluvia aquí en Nepal. Salimos del Lodge y nos adentramos por una carretera de tierra al costado de la calle principal. Comenzamos a subir a través de acacias amarillas y naranjas.

Pasamos un par de casas bastante prolíficas, un ambulatorio, un sembradío de arroz hermoso y un par de casas más con las cicatrices del terremoto de 2015.

Después de 15-20 minutos bajo la lluvia llegamos “al centro”, una calle comercial llena de tienditas de zapatos, frutas, alimentos, ropa, joyas, libros, de todo.

Estábamos buscando unas crocs para Alfredo. Nos metimos en varias tiendas, hasta que conseguimos unas bien raras y locas que le encantaron. Y ahí comenzó el regateo. 850 rupias… “no chica eso es muy caro” le contesta Alfredo a la Nepalí en español y sus gestos acompañaron aquella frase que la brecha del lenguaje no pudo impedir que llegara el mensaje.

No, no, no 850 rupias repitió la chica en Nepalí, dispuesta jugar el juego del regateo. ¿Este no es el precio? Pregunta Alfredo ahora en nepalí señalando la talla del zapato que era 45… pero con un cero 450 rupias. No, no, nooooo se ríe la chica y su compañero con su cara de póquer niega con la cabeza.

750 rupias vuelve a intentar la chica. Alfre se siente y juega con el silencio, negando con la cabeza y diciéndole en Nepalí si ese es precio de turista, mientras se tocaba la barba blanca.

Silencio… y la chica repone 700 rupias, precio final. Y Alfre hace un último intento de seguir este juego. 600 rupias…

Y al llegar a este número la chica buscó una bolsa y confirmó la venta, ¡está bien! Alfre le sonríe y le dice “good bussines for you and good bussines for me” “Danebad (que es gracias en nepalí)” Y así ambas partes quedamos contentas.

En esta parte del mundo el regateo es un arte y casi que una obligación. La gente lo disfruta y parece como un juego. Al final el objetivo es encontrar un precio que se sienta justo para ambos. La verdad es que me parece dificilísimo, pero es divertido de ver.

Salimos de la tienda y recorrimos de punta a punta aquella calle comercial hasta encontrar un rickshaw (que es como un pequeño taxi / moto cubierta). Y en 10 min ya estábamos de regreso al Lodge.

Rickshaw

Y justo al lado había una pareja vendiendo samosas (son como empanaditas andinas en forma de pirámide, fritas y rellenas de papas condimentadas. Nos llevamos 5 y nos comimos unas bolitas rellenas de papa también con un juguito picante que estaban más buenas…

Samosas

Bolitas para adivinar

En fin… seguía lloviendo. Y nos sentamos a comer el almuerzo de Daal Bhaat (plato de arroz, lentejas, pollo, encurtido de algo y acelgas).

Daal Bhaat

Después de comer hice un “Power Nap” y al despertar seguía lloviendo. Ducha de agua fría (mi favorita) ahora en el baño dos en 1 de letrina / ducha. Y ahora cenita de Daar Bhaat delicioso. Mientras sigue lloviendo.

Ya cumplimos 24 horas de lluvia. Al parecer mañana el clima será igual y el domingo según Weather Chanel estará despejado.

Mañana seguiré reportando a ver qué más descubrimos en este pueblo parecido a Boca de Uchire.

Kiosko al lado de la carretera

Lectura anterior:
Expedición #EverestCampBase, Saliendo de Katmandú
26 de septiembre 2024

Leer mas...:
Expedición #EverestCampBase, El día de hoy fue arrechisimo, Día 7, 29 de septiembre 2024
https://ambientesostenibilidadve.blogspot.com/2024/09/expedicion-everestcampbase-el-dia-de.html

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