Día 11: Dingboche - Thukla - Longboche
- Ir al hospital de montaña que quedaba ahí en el pueblo.
- Si no mejoraba volar en helicóptero con uno de los guías desde Dingboche hasta Katmandú.
- Hacer una consulta telefónica con un médico de confianza de Alfre y seguir sus indicaciones.
Al final se decantaron por la opción C, combinada con mucha hidratación de agua con electrolitos, dieta ligera y supervisión continua.
Hemos tomado todas las precauciones con el agua y la comida y de hecho los 4 estamos comiendo lo mismo y cada organismo ha reaccionado diferente. De momento yo lo llevo bastante bien, por lo cual estoy infinitamente agradecida. Creo que los alimentos peludos de mi nevera han sido buen entrenamiento estomacal.
Después de ese pico de estrés y dolor. Explorar todos los escenarios y tomar todas las medidas en las condiciones en las que nos encontramos. A las 20:00 de la noche ya estamos en nuestros sleeping listas para dormir. Pedimos una bolsa de agua caliente para poner en los pies del saco de dormir. Ese detallazo fue clave para dormir como un bebé.
Hoy nos levantamos sin despertador. Peggy porque desde las 6:00 de la mañana anda visitando el baño y yo porque a las 7:00 apenas salió el sol me desperté automáticamente (debe ser la altura, porque esto nunca pasa). Lo primero que noto aparte de que parezco un gusanito verde y logro sacar la cabeza del sleeping es que cuando respiro sale vapor. No hay calefacción en la habitación, hace 5 grados y como dirían en francés “nos estamos cagando de frío”.
Desde que estoy tomando té negro antes de dormir sueño en la noche. En la mañana no recuerdo nada pero si sé que son con personas que quiero mucho porque me levanto contenta. Siento que dormí profundo y descansé full y Peggy lo confirma, dice que ronque como un león.
Tengo los mocos como costras de sangre (esto me pasa en clima fríos). Desde que estoy tomando el Edemox siento cosquilleo en las manos todos los días, Alfre dice que es normal por la vaso dilatación. No tengo dolores musculares, los pies perfectos hasta ahora, cero dolor de cabeza y mucho apetito por probar cosas nuevas.
Nos vestimos y dejamos listas las maletas y bajamos a desayunar. Alfre y yo nos comimos unas empanadas de manzana que sabían igualitas a los pastelitos de McDonald acompañado con nuestro fiel masala chía, Peggy sus respectivas tostadas con mantequilla y mermelada.
Hemos tomado todas las precauciones con el agua y la comida y de hecho los 4 estamos comiendo lo mismo y cada organismo ha reaccionado diferente. De momento yo lo llevo bastante bien, por lo cual estoy infinitamente agradecida. Creo que los alimentos peludos de mi nevera han sido buen entrenamiento estomacal.
Después de ese pico de estrés y dolor. Explorar todos los escenarios y tomar todas las medidas en las condiciones en las que nos encontramos. A las 20:00 de la noche ya estamos en nuestros sleeping listas para dormir. Pedimos una bolsa de agua caliente para poner en los pies del saco de dormir. Ese detallazo fue clave para dormir como un bebé.
Hoy nos levantamos sin despertador. Peggy porque desde las 6:00 de la mañana anda visitando el baño y yo porque a las 7:00 apenas salió el sol me desperté automáticamente (debe ser la altura, porque esto nunca pasa). Lo primero que noto aparte de que parezco un gusanito verde y logro sacar la cabeza del sleeping es que cuando respiro sale vapor. No hay calefacción en la habitación, hace 5 grados y como dirían en francés “nos estamos cagando de frío”.
Desde que estoy tomando té negro antes de dormir sueño en la noche. En la mañana no recuerdo nada pero si sé que son con personas que quiero mucho porque me levanto contenta. Siento que dormí profundo y descansé full y Peggy lo confirma, dice que ronque como un león.
Tengo los mocos como costras de sangre (esto me pasa en clima fríos). Desde que estoy tomando el Edemox siento cosquilleo en las manos todos los días, Alfre dice que es normal por la vaso dilatación. No tengo dolores musculares, los pies perfectos hasta ahora, cero dolor de cabeza y mucho apetito por probar cosas nuevas.
Nos vestimos y dejamos listas las maletas y bajamos a desayunar. Alfre y yo nos comimos unas empanadas de manzana que sabían igualitas a los pastelitos de McDonald acompañado con nuestro fiel masala chía, Peggy sus respectivas tostadas con mantequilla y mermelada.
Alfre le habló claro y siendo objetivo la invitó a seguir, monitoreando con frecuencia los síntomas. En resumen, hubo drama y el desenlace fue positivo.
Arrancamos a caminar a las 9:30 de la mañana con el día más espectacular que nos ha hecho hasta ahora. Al salir de la posada vemos de frente el hermoso pico Ama Dablan, a la izquierda el Lhotse, el pico 58 y el Island Peak. Uno más bello que otro, vestidos con sus trajes nevados de gala y brillando con todo su esplendor. Realmente un privilegio de vistas.
Mani
Un pequeño río tímido fluye abajo a la izquierda en el valle de Penboche. Y nosotros caminamos valle arriba por una pradera tipo Heidy. Arbustos pequeños, riachuelos de agua cristalina, Yaks y Ñaks pastando por ahí con la calma. Realmente un paisaje hermoso que nos deleitó durante 2 horas.
Eventualmente llegamos al final de ese valle y el paisaje cambió radicalmente. Ahora entramos en un terreno rocoso. Parecía como si el río hubiera partido la montaña por la mitad con arrechera y quedaron las astillas de piedras regadas a cada lado. Caminamos por ese piedrero hasta llegar a un río caudaloso. Y cuando llegamos a ese puente lo cruzamos para llegar a Thukla a 4,620 msnm. Aquí comeríamos y comenzaríamos el segundo tramo del recorrido.
Estos últimos días se ha repetido el mismo patrón. Y es que comemos y luego viene una subida cabilla. Y hoy no fue la excepción.
Nos sentamos y yo pedí una sopa de noodles que se veía buenísima con un delicioso té negro. Peggy pidió una sopa de cebolla con solución isotónica para tomar, Alfre pidió lentejas con arroz y Pemba el clásico Daal Bhat. Disfrutamos la comida mientras veíamos pasar porteadores cargados, turistas tapados por el sol, caballos amarrados en alquiler y un par de perritos haciendo una siesta envidiable al sol. Mi sopa de noodles estaba un poco picante (piro) pero deliciosa. De postre un masala chía.
Antes de salir todos le hicimos control de calidad a los baños. Definitivamente este no es un viaje de baños confortables. Lo básico, poceta y agua.
Arrancamos a caminar a las 13:45 y 3 metros más adelante la mitad del equipo hace segunda parada de baño para número 2. La novedad de este tramo es que comenzamos a ver parches de nieve.
El patrón no se peló y la comida efectivamente presagiaba una subida cabilla. Esta vez pura piedra y parches de nieve (bellísimos) y frío. El sol fue generoso hoy y nos siguió acompañando toda la tarde. Pasito a pasito, suave suavecito (bisare bisare como dice Pemba en Nepalí). Este pedazo fue lento y tortuoso para los que llevaban el estómago lesionado. 10 pasos, parar y seguir. 100 pasos parada de baño, parar y seguir. Y este ciclo se repitió por 2 horas. Mucha paciencia y resistencia. Fue un tramo corto y bello pero duro y doloroso para parte del equipo. Fue como un pase de purificación.
Lo bueno de esta velocidad es que comienzas apreciar los detalles. Descubrí un par de flores nuevas. Vi por primera vez grillos y hormigas. Vi volando un águila, cuervos y un pajarito bello marrón que no tengo ni idea como se llama. Hasta vi una mariquita bellísima y diminuta paseando por la vía. Nos pasaron muchos caballos y uno que otro grupo de Yaks de carga con campanitas que le encantaría a Henrique (el hijo de Eu). Este tramo lo vivimos como una purificación, dejando literalmente huella.
Montaña picada, río y puente
Noodle soup picante
Arrancamos a caminar a las 13:45 y 3 metros más adelante la mitad del equipo hace segunda parada de baño para número 2. La novedad de este tramo es que comenzamos a ver parches de nieve.
El patrón no se peló y la comida efectivamente presagiaba una subida cabilla. Esta vez pura piedra y parches de nieve (bellísimos) y frío. El sol fue generoso hoy y nos siguió acompañando toda la tarde. Pasito a pasito, suave suavecito (bisare bisare como dice Pemba en Nepalí). Este pedazo fue lento y tortuoso para los que llevaban el estómago lesionado. 10 pasos, parar y seguir. 100 pasos parada de baño, parar y seguir. Y este ciclo se repitió por 2 horas. Mucha paciencia y resistencia. Fue un tramo corto y bello pero duro y doloroso para parte del equipo. Fue como un pase de purificación.
Montaña cabilla
Yaks de carga con campanas
En fin, comenzamos a caminar por un paisaje que parecía de otro planeta. Y para los gorditos de mente era como un helado de ron pasas, blanco con pepitas negras (mi favorito) o un chocolate cookies and cream. Lentes de sol todo el rato para protegernos del reflejo del sol, una segunda capa de chaqueta, pasamontañas, bufanda, gorrito y guantes. Vestida hasta los dientes casi. El resumen de este tramo fue: nieve, nieve, nieve, nieve…. frío y 1 hora después llegamos a la posada wohoooooooooo.
Camino cookies and cream
Posada
Cena de hashbrown para Alfre y para mi y tostadas para Peggy. Ahora a las 20:10 ya estoy lista para acostarme a dormir vestida con la ropa para mañana. No quiero exponer mi piel al frío…
Hay mucha nieve afuera, la temperatura son -3 grados con una mínima de -9 (creo que nunca había estado tan alto ni a tan baja temperatura. Todo nuevo
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@alfredoautiero
Lectura anterior:
Expedición #EverestCampBase, Pangboche - Dingboche. Día 10
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https://ambientesostenibilidadve.blogspot.com/2024/10/expedicion-everestcampbase-dingboche.html
Expedición #EverestCampBase, Namche Bazar - Pangboche, Día 10
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