Por: Daron Acemoğlu 23 septiembre, 2025
La crisis global de la información representa una grave amenaza para el progreso humano
Once de los principales economistas del mundo, incluidos dos premios Nobel, instan a los gobiernos a reconocer y defender el valor económico de los medios de interés público en la era de la IA.
Gobiernos de todo el mundo persiguen el sueño de la Inteligencia Artificial, depositando sus esperanzas de prosperidad económica en estas tecnologías. Sin embargo, las autoridades no están invirtiendo en el recurso fundamental que sustenta todas las economías del Siglo XXI: una información independiente y verificable.
El buen funcionamiento de las economías depende en gran medida de contar con información accesible, verificada y confiable. El periodismo de interés público suministra información vital al visibilizar la corrupción, el fraude y la manipulación de los mercados, dar estabilidad al mercado financiero, contrarrestar la desinformación y empoderar a los actores económicos para tomar sus decisiones de inversión de manera informada. Sin un periodismo de estas características, las economías nacionales, el comercio internacional y los flujos de capital entre países no podrían funcionar correctamente, con consecuencias de gran alcance y efectos negativos para el bienestar social.
Lamentablemente, este valioso recurso atraviesa una crisis existencial, financiera y política a nivel mundial.
Tu derecho a saber: ¿por qué el periodismo y el acceso a la información son más importantes que nunca?
El Panel de Alto Nivel sobre Medios de Interés Público, que incluye a dos laureados con el Premio Nobel, nace con el fin de evaluar las implicancias económicas y sociales de la crisis, confrontando a los medios de interés público a nivel global. Hemos revisado la evidencia y analizado las tendencias globales, lo que nos deja con una creciente aprensión.
Nos preocupa que las economías están cada vez más vulnerables a información que no es precisa, ni independiente. Durante 2024, alrededor de 90 países fueron blanco de esfuerzos de manipulación informativa con patrocinio de estados extranjeros. El auge de la IA generativa pone en riesgo un aceleramiento de estas tácticas, lo que aumenta las dificultades de controlar la propagación de información falsa en línea. Por otra parte, el periodismo independiente y las organizaciones de medios, están sometidas a crecientes presiones políticas y económicas como consecuencia del avance de las autocracias y la consolidación de intereses creados.
En nuestro informe, El Imperativo Económico de Invertir en Medios de Interés Público, explicamos por qué las fuerzas del mercado son incapaces de sostener por sí solas este bien público vital. Los modelos de negocio que tradicionalmente fueron rentables están fracasando a medida que los ingresos migran hacia plataformas digitales, lo que permite a intereses poderosos cooptar, intimidar o neutralizar a los medios independientes. Si bien el apoyo de donantes a los medios de interés público siempre ha sido bajo, actualmente este queda eclipsado por las sumas de dinero que los actores autocráticos invierten en propaganda. Rusia gasta en desinformación y propaganda, incluyendo contenidos destinados fuera de sus fronteras, al menos tres veces más de lo que gastan las principales democracias del mundo como ayuda externa en apoyo a los medios libres e independientes. Y Rusia no es el único país que lo hace.
La situación es todavía más complicada en las economías en desarrollo, donde la creciente desigualdad en el acceso a información exige impulsar la innovación local para corregir los sesgos sistémicos y las desigualdades digitales, como se puede observar, por ejemplo, en el ecosistema mediático africano.
Sin información confiable, no podemos hacer frente a los desafíos económicos, sociales y ambientales más urgentes de nuestro tiempo. Desde el abordaje de la crisis climática hasta gestión de las pandemias globales, la proliferación de desinformación sobre los hechos, conlleva altos costos. Sin una acción decisiva, tanto a nivel nacional como global, nos encaminamos a lo que la premio Nobel Maria Ressa ha llamado “un Armagedón de la información”, que pone en peligro la estabilidad económica mundial, el bienestar social y el crecimiento sostenible.
Hacemos un llamado urgente para la adopción de acciones públicas decisivas ahora. Nuestra propuesta consta de dos grupos de acciones prioritarias para la protección de los medios de interés público y para el desarrollo de políticas orientadas a modelar los mercados informativos del futuro, en aras de la prosperidad económica y el bienestar social.
Ambas propuestas de acción requieren una re-evaluación del valor económico y social fundamental de la información independiente y verificable, en tanto infraestructura fundacional para mercados y sociedades prósperas.
Primero, los gobiernos deben invertir en los nuevos modelos requeridos para incentivar, apoyar y salvaguardar los medios libres e independientes. El apoyo financiero a los medios de interés público es una de las intervenciones más rentables para garantizar sistemas económicos responsables, que funcionen bien, y con potencial de retornos sociales y económicos significativos en el futuro. Tales inversiones, sin embargo, deben venir acompañadas de sólidas salvaguardas para prevenir la captura gubernamental y fomentar un ecosistema mediático pluralista que incluya al sector privado y a una sociedad civil participativa y vibrante. Estas inversiones deben canalizarse a través de mecanismos nacionales y multilaterales ya probados y eficientes, que aseguren suministros informativos veraces y proporcionen barreras protectoras en contra de influencias indebidas. Mecanismos como el International Fund for Public Interest Media (Fondo Internacional para Medios de Interés Público) demuestran cómo la independencia y la escala pueden combinarse para generar un impacto global significativo, tal como lo han hecho instrumentos de financiación similares en ámbitos como la salud y la educación.
Segundo, los gobiernos necesitan modelar activamente los mercados de la información a través de mecanismos que promuevan fuentes de información independientes, pluralistas y confiables. Se necesita una “política industrial de la información” que fomente un ecosistema mediático viable e independiente, que incentive el dinamismo del mercado junto con una propuesta regulatoria administrada cuidadosamente y adecuada para una economía impulsada por la IA. Esta política debe incorporar de mejor manera las necesidades y la supervisión pública, que serán cruciales tanto para las economías desarrolladas, como las economías en desarrollo, y recompensar los hechos por sobre las mentiras. Por su parte, los marcos de cooperación multilateral como la Asociación Internacional para la Información y la Democracia pueden ayudar en el fomento de los aprendizajes compartidos, y de las mejores prácticas en intervenciones de la política pública.
Ya estamos viendo las primeras señales de progreso. Durante las próximas semanas, los presidentes de Francia y Ghana celebrarán una Conferencia Internacional para reforzar su respuesta a la crisis global de la información. Es urgente que más líderes se sumen a esta agenda. Sin una acción decisiva, nuestros ecosistemas informativos seguirán deteriorándose rápidamente, debilitando así los beneficios de la revolución de la IA, y amenazando tanto la prosperidad global como el bienestar social. El momento de actuar es ahora.
El Panel de Alto Nivel sobre Medios de Interés Público, que incluye a dos laureados con el Premio Nobel, nace con el fin de evaluar las implicancias económicas y sociales de la crisis, confrontando a los medios de interés público a nivel global. Hemos revisado la evidencia y analizado las tendencias globales, lo que nos deja con una creciente aprensión.
Nos preocupa que las economías están cada vez más vulnerables a información que no es precisa, ni independiente. Durante 2024, alrededor de 90 países fueron blanco de esfuerzos de manipulación informativa con patrocinio de estados extranjeros. El auge de la IA generativa pone en riesgo un aceleramiento de estas tácticas, lo que aumenta las dificultades de controlar la propagación de información falsa en línea. Por otra parte, el periodismo independiente y las organizaciones de medios, están sometidas a crecientes presiones políticas y económicas como consecuencia del avance de las autocracias y la consolidación de intereses creados.
En nuestro informe, El Imperativo Económico de Invertir en Medios de Interés Público, explicamos por qué las fuerzas del mercado son incapaces de sostener por sí solas este bien público vital. Los modelos de negocio que tradicionalmente fueron rentables están fracasando a medida que los ingresos migran hacia plataformas digitales, lo que permite a intereses poderosos cooptar, intimidar o neutralizar a los medios independientes. Si bien el apoyo de donantes a los medios de interés público siempre ha sido bajo, actualmente este queda eclipsado por las sumas de dinero que los actores autocráticos invierten en propaganda. Rusia gasta en desinformación y propaganda, incluyendo contenidos destinados fuera de sus fronteras, al menos tres veces más de lo que gastan las principales democracias del mundo como ayuda externa en apoyo a los medios libres e independientes. Y Rusia no es el único país que lo hace.
La situación es todavía más complicada en las economías en desarrollo, donde la creciente desigualdad en el acceso a información exige impulsar la innovación local para corregir los sesgos sistémicos y las desigualdades digitales, como se puede observar, por ejemplo, en el ecosistema mediático africano.
Sin información confiable, no podemos hacer frente a los desafíos económicos, sociales y ambientales más urgentes de nuestro tiempo. Desde el abordaje de la crisis climática hasta gestión de las pandemias globales, la proliferación de desinformación sobre los hechos, conlleva altos costos. Sin una acción decisiva, tanto a nivel nacional como global, nos encaminamos a lo que la premio Nobel Maria Ressa ha llamado “un Armagedón de la información”, que pone en peligro la estabilidad económica mundial, el bienestar social y el crecimiento sostenible.
Hacemos un llamado urgente para la adopción de acciones públicas decisivas ahora. Nuestra propuesta consta de dos grupos de acciones prioritarias para la protección de los medios de interés público y para el desarrollo de políticas orientadas a modelar los mercados informativos del futuro, en aras de la prosperidad económica y el bienestar social.
Ambas propuestas de acción requieren una re-evaluación del valor económico y social fundamental de la información independiente y verificable, en tanto infraestructura fundacional para mercados y sociedades prósperas.
Primero, los gobiernos deben invertir en los nuevos modelos requeridos para incentivar, apoyar y salvaguardar los medios libres e independientes. El apoyo financiero a los medios de interés público es una de las intervenciones más rentables para garantizar sistemas económicos responsables, que funcionen bien, y con potencial de retornos sociales y económicos significativos en el futuro. Tales inversiones, sin embargo, deben venir acompañadas de sólidas salvaguardas para prevenir la captura gubernamental y fomentar un ecosistema mediático pluralista que incluya al sector privado y a una sociedad civil participativa y vibrante. Estas inversiones deben canalizarse a través de mecanismos nacionales y multilaterales ya probados y eficientes, que aseguren suministros informativos veraces y proporcionen barreras protectoras en contra de influencias indebidas. Mecanismos como el International Fund for Public Interest Media (Fondo Internacional para Medios de Interés Público) demuestran cómo la independencia y la escala pueden combinarse para generar un impacto global significativo, tal como lo han hecho instrumentos de financiación similares en ámbitos como la salud y la educación.
Segundo, los gobiernos necesitan modelar activamente los mercados de la información a través de mecanismos que promuevan fuentes de información independientes, pluralistas y confiables. Se necesita una “política industrial de la información” que fomente un ecosistema mediático viable e independiente, que incentive el dinamismo del mercado junto con una propuesta regulatoria administrada cuidadosamente y adecuada para una economía impulsada por la IA. Esta política debe incorporar de mejor manera las necesidades y la supervisión pública, que serán cruciales tanto para las economías desarrolladas, como las economías en desarrollo, y recompensar los hechos por sobre las mentiras. Por su parte, los marcos de cooperación multilateral como la Asociación Internacional para la Información y la Democracia pueden ayudar en el fomento de los aprendizajes compartidos, y de las mejores prácticas en intervenciones de la política pública.
Ya estamos viendo las primeras señales de progreso. Durante las próximas semanas, los presidentes de Francia y Ghana celebrarán una Conferencia Internacional para reforzar su respuesta a la crisis global de la información. Es urgente que más líderes se sumen a esta agenda. Sin una acción decisiva, nuestros ecosistemas informativos seguirán deteriorándose rápidamente, debilitando así los beneficios de la revolución de la IA, y amenazando tanto la prosperidad global como el bienestar social. El momento de actuar es ahora.
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