- Reforestar = enfría el planeta, sobre todo en trópicos.
- Restaurar todos los bosques: -0,34 °C global.
- Aporta ≈ 25 % del enfriamiento necesario.
- No basta: reducir emisiones sigue siendo clave.
- Bosques tropicales: más eficientes, menos efectos adversos.
- Reforestar mejora calidad del aire (con matices).
- Restauraciones locales también sirven.
- Retos: alimentación, uso de suelo.
- Potencial enorme, pero no mágico.
Los bosques tienen un papel clave en frenar el calentamiento global. Restaurarlos puede ser más eficaz de lo que se pensaba, especialmente en zonas tropicales. Sin embargo, no es una solución completa: sin reducir drásticamente las emisiones, los árboles no podrán revertir por sí solos los efectos del cambio climático.
Reforestación Western Australia. Imagen: Adwo Shutterstock
Un estudio del equipo de la Universidad de California, Riverside, muestra que restaurar los bosques a su extensión preindustrial (unos 12 millones de kilómetros cuadrados) podría reducir la temperatura media global en 0,34 °C. Esta cifra equivale aproximadamente a una cuarta parte del calentamiento total acumulado hasta hoy.
Esa superficie es 135 % del tamaño de Estados Unidos y se alinea con estimaciones de restauración global que contemplan plantar 1 billón de árboles. Desde la Revolución Industrial, se calcula que el planeta ha perdido cerca de la mitad de sus árboles (≈3 billones).
Más allá del carbono: enfriamiento químico
Lo novedoso del estudio es que no se enfoca únicamente en el secuestrar CO₂, sino también en el efecto químico que los árboles tienen sobre la atmósfera. Los árboles emiten compuestos orgánicos volátiles biogénicos (BVOC, por sus siglas en inglés), que fomentan la formación de nubes y reflejan la luz solar, ayudando así a enfriar la atmósfera.
Estos efectos químicos suelen quedar fuera de los modelos climáticos tradicionales, lo que subestima el potencial de los bosques.
Imagen: Kizel Cotiw-an Shutterstock
Zonas tropicales: el epicentro del beneficio
Los bosques tropicales son los más eficaces. Absorben más carbono, emiten más BVOC y no provocan el efecto de oscurecimiento superficial que sí ocurre en latitudes altas (lo que allí puede incluso contribuir al calentamiento).
Además, los trópicos ofrecen más beneficios netos para el clima con menos contras. Esto los convierte en la prioridad para cualquier estrategia de reforestación global.
Calidad del aire: otro beneficio relevante
El modelo predijo que una restauración a gran escala reduciría en 2,5 % el polvo atmosférico en el hemisferio norte. En los trópicos, los BVOC aumentan la formación de aerosoles, lo que puede empeorar ciertos tipos de contaminación, aunque también mejoran los niveles de ozono troposférico, contribuyendo a una mejor calidad del aire en algunos contextos.
Restauraciones locales: pequeñas acciones, grandes efectos
No hace falta reforestar medio planeta de golpe. Proyectos locales y regionales pueden generar cambios climáticos significativos, incluso si son modestos en extensión. Cada paso cuenta.
Dificultades en la implementación
El estudio asume una restauración total, incluso en zonas actualmente urbanizadas o destinadas a la agricultura. Esto genera conflictos con la seguridad alimentaria y el uso de la tierra. Reforestar no puede implicar desatender a una población mundial de más de 8.000 millones de personas.
Por eso, se insiste en evaluar cuidadosamente dónde y cómo reforestar, priorizando terrenos degradados o abandonados, y dando especial atención a los trópicos.
Ejemplos de éxito: caso de Ruanda
Ruanda destaca por combinar protección forestal y desarrollo económico. El turismo ecológico genera ingresos que se reinvierten en las comunidades locales, dando un incentivo real para conservar los bosques en lugar de talarlos.
La restauración forestal es una herramienta poderosa para un futuro más sostenible. No solo captura carbono, sino que mejora el ciclo del agua, protege la biodiversidad, mitiga desastres naturales como inundaciones y sequías, y reduce la erosión del suelo.
Además, puede convertir suelos degradados en ecosistemas funcionales, brindar empleo rural y contribuir a la resiliencia climática de comunidades vulnerables.
Plantar árboles ayuda. Mucho. Pero no sirve de nada si seguimos quemando el planeta.
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