La producción eléctrica con energía solar superó el año pasado, por primera vez, a la del carbón en Europa. Es la prueba más evidente del fuerte impulso que está teniendo esta fuente de producción, que aportó el 11% de la generación, mientras que la del carbón se quedó en un 10%. Son datos del informe del grupo de expertos Ember.
El despegue es notable en España, donde se registró un aumento del 23% en la producción solar, y ya aporta el 21% de la electricidad (frente al 17% en 2023), según el mismo informe (que incluye la producción de las plantas termosolares y el autoconsumo). España registró el mayor crecimiento en la UE por segundo año consecutivo. En términos absolutos, Alemania es el líder (71 TWh, un 15%), seguido de España; y sólo Hungría (25%) y Grecia (22%) han tenido una aportación proporcionalmente mayor que España en 2024.
La energía solar es la fuente de electricidad que más rápido crece y se convirtió en el principal factor de la reducción del uso de la energía fósil. Produjo un 22% más electricidad que en 2023 (304 TWh), debido a un incremento de las instalaciones (66 GW), equivalente a más de 450.000 paneles añadidos por día. Con ello, deja atrás al carbón (269 TWh), que ha pasado de ser la tercera fuente de energía más importante de la UE en 2019 a la sexta.
Tendencia generalizada
Este es un incremento sostenido los últimos cinco años. Desde 2019 a 2023, la generación solar ha aumentado un 144% y su capacidad instalada se triplicó.
Evolución de la producción eléctrica en la UE
Fuente: Ember
Es una tendencia generalizada en todos los países de la UE. En 16 países de la UE, más del 10% de su electricidad se generó a partir de energía solar. Esta fuente de energía está experimentando nuevas soluciones innovadoras para su implantación, que van más allá de los tejados y los campos. La modalidad de instalación en los balcones experimenta un auge en Alemania, mientras los responsables políticos están tomando conciencia del enorme potencial que tiene la energía fotovoltaica agrícola.
Este impulso va acompañado del ascenso de la energía eólica, todo ello en detrimento del carbón y del gas. Gracias a la recuperación de la energía hidroeléctrica, las energías renovables han aumentado su participación y han pasado de aportar el 34% en 2019 al 47% en 2024.
La participación de los combustibles fósiles disminuyó desde el 39% al 29%, en línea con las pretensiones de la UE de garantizar una seguridad energética no condicionada por las perturbaciones del conflicto entre Rusia y Ucrania.
La energía eólica (17%) siguió siendo la segunda fuente de energía más importante en la UE, detrás de la nuclear (21%), y amplió su ventaja sobre el gas (16%), que disminuyó por quinto año consecutivo. Todo esto redujo las emisiones del sector eléctrico en 2024 a menos de la mitad de su pico máximo alcanzado en 2007. “Los combustibles fósiles están perdiendo su control sobre la energía de la UE”, mientras que “la energía eólica y solar están empujando al carbón a los márgenes y obligando al gas a un declive estructural”, dijo Chris Rosslowe, autor principal del informe.
Comparativa de producción respecto al 2023
Por tipo de fuente de energía. Datos en TWh i variación en porcentaje
En el caso de España, el impulso de la solar se debe “a su mayor competitividad y a la voluntad política”, admite José Donoso, director general de UNEF, asociación que reúne a todo el sector fotovoltaico (fabricantes e instaladores).
Los costes de producción del KWh con energía fotovoltaica (instalación, operación, mantenimiento…) son ahora “menos del 10% de lo que eran hace 15 años”.
Además, en el fuerte despliegue influye el ambicioso Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (diseñado para cumplir los compromisos internacionales para reducir las emisiones), que “da confianza a los inversores”.
Un nuevo sistema de fijación de precios
Uno de los grandes retos en España de cara al futuro es conformar un nuevo sistema de fijación de precios de la electricidad, puesto que ahora en determinados momentos hay exceso de energía limpia solar y eólica (que el sistema de transporte y distribución no es capaz de absorber), lo que propicia que los precios en el mercado mayorista marquen cero euros y en algunos caso incluso menos, con lo que la retribución al productor es cero o muy baja. “La solución son las subastas que den certidumbre a los promotores”, dice Donoso.
En España se ha dado una descarbonización de la producción de electricidad, gracias a la renovables, pero falta aplicar esa solución a sectores atados a la energía fósil (transporte, industria, calor…). “Tenemos energía barata que puede servir para nuevas industrias, como la fábrica de diamantes de Trujillo o los centros de datos, que requieren regular la tramitación administrativa”, añade Donoso.
Menos dependencia y ahorros
La electricidad producida con carbón y gas cayó un 16% y un 6% en Europa en 2023. El carbón es ahora marginal o inexistente en la mayoría de los sistemas energéticos europeos y representa menos del 5% en 16 Estados. Sobre todo, está concentrada en Alemania y Polonia, aunque también en ellos se redujo la generación.
Todo ello ha posibilitado que las emisiones del sector eléctrico de la UE disminuyeran un 9%. El aumento de la generación eólica y solar ha reducido la dependencia de la UE de los combustibles fósiles importados. La transición hacia las energías renovables ha ahorrado a la UE 59.000 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles en los últimos cinco años (92.000 millones de metros cúbicos adicionales de gas fósil y 55 millones de toneladas de carbón).
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