Un trozo de rama, un poco de paciencia y agua fresca cada pocos días bastan para empezar una pequeña plantación de aguacates
Joana Costa
Tener un árbol de aguacate en casa es el sueño verde de muchos entusiastas de la jardinería. En lugar del método tradicional por semilla, lento y lleno de incertidumbres, existe una alternativa más eficaz: cultivar a partir de esquejes sanos, lo que asegura calidad genética, rapidez en el crecimiento y mejores resultados.
Este método requiere muy pocos recursos: un brote semileñoso de entre 20 y 30 centímetros, un recipiente con agua fresca y algo de paciencia. El esqueje, idealmente tomado de una planta vigorosa, se prepara con un corte en ángulo y se coloca en agua baja en cal (por ejemplo dejada reposar previamente) para estimular sus raíces en formación.
Sobre todo agua limpia
La clave del éxito está en un gesto cotidiano: cambiar el agua cada dos o tres días. Eso evita la pudrición, mantiene el ambiente limpio y permite observar la aparición gradual de raíces. Paciencia, agua renovada y algo de luz son suficientes para iniciar este viaje botánico desde casa.
El primer paso es elegir un esqueje adecuado, preferentemente un brote semileñoso con varias yemas activas. Se hace un corte sesgado para maximizar la superficie de contacto, y se eliminan las hojas inferiores para concentrar la energía en el desarrollo radicular.
Sumergir el extremo en una hormona natural de enraizamiento —como agua de sauce o jugo de aloe vera, aunque también las hay de venta en centros de jardinería— potencia la formación de raíces. Estas sustancias contienen compuestos antibacterianos y nutrientes que inhiben la bacteria y favorecen el enraizamiento.
Sin sol directo
El esqueje se coloca en un vaso con agua baja en cal, cubriendo solo el tercio inferior. El recipiente debe estar en un entorno luminoso, pero sin sol directo, para evitar sobrecalentamiento o choque térmico innecesario.
La higiene es fundamental: cambiar el agua cada dos o tres días impide la acumulación de bacterias y evita que el esqueje se pudra. Tras unas semanas, las raíces empezarán a despuntar, señal de que está listo para el siguiente paso.
Cuando las raíces miden unos centímetros, es momento de trasplantar. Se elige una maceta con buen drenaje, con mezcla de tierra suelta, arena y compost. Luego, la planta requiere luz, temperatura cálida (unos 20‑25 °C) y un suelo que nunca permanezca encharcado.
Este método no solo ahorra tiempo, también garantiza resultados fiables. La propagación por esquejes asegura la misma calidad genética del árbol madre, evitándose variaciones que suelen ocurrir al cultivar desde semilla.
Tomado de:
https://www.directoalpaladar.com/huerto/como-cultivar-arboles-aguacate-casa-a-partir-esquejes
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